Es necesario iniciar una correcta higiene dental desde que el bebé es recién nacido. Esto no sólo le ayudará a asimilar desde el inicio el hábito de la higiene dental, si no que le ayudará a desarrollar su dentición de forma segura y saludable.
¿Porqué es importante iniciar una correcta higiene dental en bebés?
Las caries se han convertido en la enfermedad crónica infantil más común. Por tanto, se hace necesario prevenir su aparición.
La caries dental es una infección que supone la destrucción de tejidos de los dientes provocado por los ácidos producidos por las bacterias al metabolizar el azúcar proveniente de la alimentación.
El bebé nace con la boca estéril y poco a poco se invade de gérmenes. Estos gérmenes, en la mayoría de casos, proviene de los padres. La transmisión de estos gérmenes puede provocarse por algunos malos hábitos como limpiar el chupete con la propia boca de los padres, dar comida mordida ya por lo padres o besar al niño en la boca. Los gérmenes de las caries se pueden transmitir de la misma forma que una gripe.
Etapas en la higiene dental
- Desde recién nacido hasta la erupción dental
Desde los primeros días del bebé es necesario realizar una correcta higiene oral. Aunque sólo se alimente con leche, esta puede fermentar en la boca del bebé y crear bacterias.
La higiene de esta etapa podemos realizarla pasando por las encías, y cavidad oral del bebé una gasa o punta de un paño limpio humedecidos. Lo ideal es realizarlo una vez al día, preferentemente tras la toma de la noche.
No te preocupes si al bebé le incomoda al principio, poco a poco se acostumbrará. Puedes realizarlo en el momento del baño si para él es relajado o cuando lo tengas sujeto en brazos para que se sienta más a gusto.
- Desde la erupción del primer diente hasta los dos años.
En esta etapa debemos comenzar a cepillar los dientes del bebé dos bebés al día; después del desayuno y justo antes de irse a dormir. Debemos utilizar un cepillo de dientes especial para bebés que tenga el cabezal pequeño y las cerdas redondeadas y suaves para no dañar sus encías.
Se puede utilizar pasta de diente sin fluoruro pero en pequeñas cantidades (un grano de arroz). Esta pequeña cantidad no supone riesgo de intoxicación y podremos aumentarla cuando el bebé aprenda a escupir.
Deberemos realizar movimientos circulares en dientes y encías de forma suave.
- A partir de los dos años
A esta edad probablemente el niño ya haya aprendido a escupir. Deberemos enseñarle a que el sólo se cepille los dientes aunque probablemente, al principio, deberemos repasarlo para asegurar que ha llegado a todos los rincones de la boca. A partir de este etapa podemos aumentar la cantidad de pasta de dientes (el tamaño de un guisante).
Lo ideal es colocar al niño frente al espejo y que os cepilléis los dientes con el para que también aprenda por imitación.
A tener ya prácticamente todos los dientes y estar comiendo casi todo tipo de alimentos, deberemos ser más cuidadosos con el cepillado y estar al menos unos 3 minutos. Los movimientos deberán ser verticales (desde las encías hasta los dientes) y repasar bien lengua, paladar y mejillas.
Algunos consejos prácticos
- Lavar el cepillo antes y después de cada uso con agua tibia
- Revisar el cepillo de forma constante para asegurar que las cerdas no están gastadas o deterioradas
- No hervirlo, ni esterilizarlo
- Cambiar el cepillo cada 3 meses aproximadamente
- Supervisar al niño en cada cepillado. Además de evitar posible accidentes, compartirás un buen hábito con él en familia
