Nutrición para una mamá lactante

Con la maternidad, llegan un sinfín de nuevos retos por delante, y quemar todas las grasas acumuladas durante el embarazo es un objetivo a cumplir. Sin embargo, este nuevo propósito no tiene por qué ser un problema en nuestro día a día. Podemos adelgazar de forma natural y sana, y, aunque parezca increíble, la etapa de lactancia nos puede ayudar.

Este período nos permite eliminar todas las grasas que acumulamos durante la gestación de nuestro bebé, pero esto no quiere decir que tengamos que reducir nuestro consumo de calorías. ¡Error! Todo lo contrario: mientras seamos mamás lactantes, debemos aumentarlas; aproximadamente, unas 500, con lo que tendríamos que consumir unas 2.500 kilocalorías diarias.

Por ello, es importante que, durante esta etapa, contemos con una alimentación adecuada, no sólo por nuestro bien, sino por el de los más pequeños. Hoy, desde Dr. Brown’s, te enseñamos a hacerlo. ¡Toma nota!

¿Qué alimentos debemos consumir preferentemente?

Como en toda dieta común, debemos tener una alimentación equilibrada que incluya todo tipo de comidas basadas en los grupos básicos. La única diferencia es que, con el fin de elevar el consumo de calorías, tenemos que aumentar las raciones. Eso sí, nunca debemos abusar.

A continuación, te explicamos qué alimentos debes consumir y por qué motivo:

Carnes y pescados

Contienen altos niveles de proteínas –nuestro organismo nos pide el doble en período de lactancia-, por lo que es imprescindible que comamos carnes y pescados bajos en grasas.

Estos alimentos contienen nutrientes importantes para el correcto desarrollo de tu bebé. En el caso del pescado, por ejemplo, contribuye al desarrollo de sus ojos, sistema nervioso y cerebro. Siempre que sea posible, debemos elegir productos frescos antes que envasados, como el atún en lata.

Vegetales y frutas

Son alimentos ricos en ácido fólico, muy importante durante el embarazo, y en vitaminas A, D, E, C, B1 y B2. Además, son una vital fuente de energía. En este apartado, es importante que diferenciemos entre los vegetales y frutas más saludables:

  • Las frutas y vegetales con más contaminantes son el durazno, las manzanas, la fresa, las mandarinas, las uvas, las moras, el kale, el apio, la espinaca, los pimientos, las patatas, la lechuga y las acelgas.
  • En el lado contrario, encontramos la piña, el aguacate, el mango, el melón, el kiwi, la sandía, las cebollas, los espárragos, los chícharos, la berenjena y las setas.

Cereales

Los cereales se caracterizan por poseer un alto contenido de fibra, imprescindible para toda mamá tras el embarazo, ya que evita el estreñimiento –por si no lo sabías, el estreñimiento puede suponer un doloroso problema tras dar a luz-. Además, cuentan con almidón, que te aportará la energía necesaria para superar cada día.

En relación al almidón, y como consejo: si tienes hambre, consume alimentos con almidón en lugar de otros con azúcar o grasa. Puede que te llenen más, pero no te aportarán tantos nutrientes.

Leche y derivados y huevos

No es necesario consumir leche para producir mayor cantidad de leche materna, pero puede ser una buena fuente de calcio para nuestro bebé. Como apunte, debemos saber que, durante la lactancia, hay que ingerir unos 1.200 miligramos de calcio al día. Si, por algún casual, no te gustan le leche ni sus derivados, puedes saber que también son fuentes de calcio, aunque en menor cantidad, los vegetales de color verde, las sardinas, los pescados con espinitas y los frutos secos.

En cuanto al huevo, tenemos que destacar que cuenta con muchos minerales, nutrientes y vitaminas: vitamina A, B2 y B12, fósforo, calcio, zinc, ácido fólico, selenio… Además, cada huevo cuenta con 6 gramos de proteínas -¡recuerda que las necesitamos!- y 5 gramos de grasas saludables -¡bien!-.

Y, si todo esto no te convence, todavía hay más: el consumo equilibrado de huevo reduce, entre otros, el riesgo de enfermedades del corazón y de derrames cerebrales, además de que contiene colina, un compuesto importante para diversas funciones del cuerpo.

¿Qué hay sobre las bebidas?

Durante la lactancia, es recomendable que bebamos agua después de cada toma o una bebida baja en calorías. De esta forma, ayudaremos en nuestra tarea de producir leche. ¡Ojo! Esto no quiere decir que debamos beber agua si no tenemos ganas; sólo si vemos que nuestra orina se vuelve más fuerte (de color) o escasa. Además, debemos evitar el consumo de café y de las bebidas con cafeína, ya que pueden provocar insomnio e inquietud en el bebé.

Con respecto al alcohol, hay que saber que las bebidas alcohólicas pueden generar cambios en el desarrollo psicomotor del bebé, por lo que debemos tener especial cuidado con nuestras prioridades.

¿Algo más que debamos saber?

¡Sí! Una correcta alimentación es muy importante mientras produzcamos leche, pero también tenemos tener en cuenta un factor que, directa e indirectamente, afecta a los más pequeños: el tabaco.

La nicotina, muy presente en el tabaco, tiene consecuencias: se transfiere a la leche materna y provoca que se reduzca la producción de ésta. Por tanto, no es recomendable que fumemos durante esta etapa.

Desde Dr. Brown’s, sabemos que, en la lactancia, además de una alimentación equilibrada, es importante que contemos con los mejores recursos para que esta etapa no suponga un problema. Por ello, contamos con diversos productos específicos para la lactancia materna, diseñados por madres y especialistas en lactancia.