Biberón y crecimiento: cómo adaptarse

El biberón es una herramienta fundamental en el desarrollo del bebé. Desde que nace hasta pasados sus primeros años, si no le damos el pecho directamente o estamos con la lactancia mixta, lo acompañará en todo momento cuando sea hora de alimentarse. Por este motivo, es importante, desde el comienzo, que elijamos un biberón adecuado.

Sin embargo, nuestro bebé no será siempre igual. Con el paso de los meses, cambiará su manera de interactuar con el mundo, la forma de su cuerpo, comenzará a forjarse su personalidad y sus necesidades se volverán cada vez más complejas. Y, entre tanto cambio, también debe cambiar el tipo de biberón que utilice el más pequeño de la casa.

Hoy, desde Dr.Brown’s, te contamos todo lo necesario sobre las modificaciones del biberón a medida que el bebé crece; esas cosas que necesitas saber y, quizás, nadie te ha mencionado. ¿Estás preparada para tomar nota? En ese caso, ¡comenzamos!

 

¿De qué material debe ser el biberón?

Existen dos tipos principales de biberones: de cristal y de plástico. Depende de nosotros el material escojamos, pero, al menos, tengamos en cuenta una serie de consejos sobre ambos:

El biberón de cristal es ideal para los primeros meses de vida del bebé, cuando somos los padres los que nos encargamos de darle el biberón y no hay posibilidad de que éste se caiga al suelo. Los biberones de cristal se caracterizan por ser de larga duración y por su facilidad para ser limpiados.

Sin embargo, cuando el bebé ya es más grande y comienza a tomar el biberón solo, se recomienda cambiarlo por uno de plástico, debido a las altas posibilidades de que termine en el suelo. La principal ventaja de los biberones de plástico es que pesan mucho menos que el de cristal, pero presentan como desventaja su dificultad para ser limpiados y la facilidad con la que se estropean. El biberón de plástico más recomendado y seguro es el de polipropileno y, por supuesto, debe ser libre de BPA (bisfenol A), una peligrosa sustancia cancerígena.

En cualquier caso, de cristal o de plástico, recomendamos que el biberón sea lo más liso posible y que soporte las altas temperaturas que se necesitan para la esterilización del biberón, si la haces en caliente.

 

¿Qué tipo de tetina necesita el bebé?

La labor principal de la tetina hacer que el contenido del biberón salga del mismo en forma de goteo. Ésta funciona bien si, al poner el biberón boca abajo, el líquido sale de forma moderada y regular. Para elegirla, podemos tener en cuenta tres aspectos: material (látex o silicona), su forma y el número de orificios.

Las tetinas de látex son recomendables para los bebés en sus primeros meses, ya que son más blandas. A partir de los cuatro meses, aproximadamente, podemos modificarla por una de silicona, pero debemos cambiarla por una con un orificio mayor, de manera que el bebé podrá ingerir en una toma, de una sola vez, leche y cereales, por ejemplo.

No obstante, recomendamos que se utilicen tetinas de silicona antes que de látex. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla: mientras que el caucho, con el tiempo, se vuelve de un color más oscuro, parece que está sucia y retiene los olores, las tetinas de silicona, aunque los bebés pueden romperla con mayor facilidad cuando les empiezan a salir los dientes, no absorben olores ni agua, lo que causa que duren más con el paso del tiempo. Además, ¡no es un material tóxico!

A medida que nuestro bebé crece su capacidad de succión y cantidad de leche que ingiere aumenta, por lo que es necesario ir cambiando el nivel del orificio de la tetina a uno superior. Aunque las diferentes marcas nos aconsejan un nivel de tetina para cada edad, esto no deja de ser orientativo, ya que cada bebé se alimenta a su propio ritmo y los hay más comilones que otros que requieren cambiar el nivel de tetina antes de tiempo. Esto no debe preocuparte, ya que vosotros mismos os daréis cuenta de si el peque necesita cambiar de tetina si veis que se cansa mucho al comer, llora o se queda dormidito.

 

¿Y qué hay sobre el tamaño?

Hay diferentes tamaños de biberones, pero debemos tener en cuenta la edad del bebé para saber qué tipo de biberón debemos utilizar con él. Podemos encontrar biberones desde 50 mililitros hasta los 350, aproximadamente.

Como es evidente, los primeros meses el biberón debe ser más pequeño, pero, a medida que el bebé crezca, aumentará la ingesta de alimentos, así como las cantidades de los mismos, por lo que debemos cambiar a uno que se adapte a sus necesidades de consumo.

 

¿Qué más puedo saber sobre el uso del biberón?

Los tres aspectos anteriores son los principales en el cambio del biberón a medida que pasan los meses en el calendario de la vida de nuestro pequeño, pero hay otros elementos que debemos tener en cuenta en el día a día:

  • Es importante que, a la hora de limpiar el biberón, lo hagamos con cuidado para que no queden restos. Para ello, debemos utilizar agua tibia y jabón después de cada toma del bebé y utilizar cepillos especiales para biberones y tetinas. En los primeros días del bebé, debemos esterilizar los bibes tras cada toma, pero, a medida que vaya creciendo, es recomendable ir espaciando las esterilizaciones para que su sistema inmunitario se vaya fortaleciendo.
  • Llegados a cierto punto, debemos conseguir que nuestro bebé deje de utilizar el biberón para dar paso a otras herramientas como la cuchara. Un uso prolongado puede causar problemas dentales.
  • Si notamos que la tetina del biberón está deteriorada, debemos modificarla por una nueva de similares características, adecuada para la edad del bebé. A modo de orientación, cabe destacar que los profesionales sanitarios recomiendan no utilizar una misma tetina durante más de dos meses.

 

En Dr.Brown’s, sabemos que el terreno de los biberones es amplio y puede llegar a ser muy complejo, con lo que no siempre sabemos qué debemos elegir, qué es mejor para nuestro bebé. Por eso, ofrecemos una amplia gama de biberones únicos que harán de la alimentación de los pequeños un auténtico placer.