En los primeros años de vida de nuestro bebé, el chupete desempeña un papel fundamental. Los peques tienen el reflejo innato de succionar, y el chupete permite que lo hagan, con lo que logran calmarse. Eso sí, en los primeros días de vida debemos ofrecérselo en intervalos cortos de tiempo para que no interfiera en la lactancia materna. Una vez que ésta esté instaurada, no hay problema. Y, cuando lo hagamos, debemos elegir los mejores chupetes para nuestros peques.
Sin embargo, llegados a cierto punto, es imprescindible que los peques abandonen el chupete. Si prolongamos su uso, es muy probable que los colmillos choquen entre sí, por lo que las dos filas de dientes no se cerrarán de forma adecuada. Por este motivo, la Asociación Española de Pediatría recomienda limitar su utilización hasta el año de vida o, al menos, empezar entonces a limitar su uso.
Pero ¿cómo hacemos este cambio para que no suponga un gran problema para el bebé y para nosotros? Hoy os enseñamos algunos consejos básicos a tener en cuenta cuando decidamos que es hora de decirle adiós al chupete.
Elige el momento ideal
Es importante que, cuando decidamos eliminar el chupete de la vida de nuestros hijos, nos aseguremos de que estos están preparados. Como hemos indicado, la edad recomendada para dejar de usarlo es a partir del año.
Por otro lado, es importante que nosotros, como padres, estemos también preparados para este cambio. Es posible que los peques no estén del todo contentos durante este proceso, por lo que tendremos que tener todo el tiempo del mundo para estar junto a ellos y apoyarlos.
Antes de comenzar el cambio, recomendamos hablar con los peques para explicarles que, dentro de poco, tendrán que empezar a dejar de utilizar el chupete. Lo ideal es que usemos argumentos que puedan comprender y, sobre todo, ¡que les convenzan! Por ejemplo: “Eres un niño mayor y los chupetes son para los pequeños. ¡Tú ya no lo necesitas!”.
Haz el cambio poco a poco
No es recomendable que los pequeños se queden sin chupete de forma repentina, ya que esto puede suponer un trauma para ellos. Lo ideal es que este proceso se realice de forma gradual.
Para empezar, podemos quitarle el chupete a lo largo del día, en momentos concretos, pero siempre poco a poco para que se acostumbre al cambio. Es posible que no lo eche de menos, pero si lo reclama de manera repetida, es bueno que le expliquemos que, como está creciendo, ya no tiene que usarlo tanto.
Crea un acto simbólico
Por muy raro que pueda parecer, los bebés pueden llegar a crear un vínculo con el chupete, por lo que, a la hora de dejar de usarlo, este cambio puede suponer un auténtico problema
para ellos, especialmente en el plano emocional.
Por este motivo, muchos padres deciden montar una “fiesta” en la que sus hijos puedan despedirse de la mejor forma posible del chupete. Existen muchos tipos de actos simbólicos, pero las más extendidos son los siguientes: darle el chupete a otro bebé más necesitado, cambiarlo por un juguete o colgarlo en un árbol. Esto último es lo que se conoce como “árbol del chupete”.
Busca alternativas
Como ya hemos comentado, la función del chupete es que los peques se relajen. Por eso, si encontramos otro objeto que ayude a que se calmen en momentos de crisis, haremos mucho más fácil este cambio. Los peluches o los muñecos son una buena alternativa.
Además, si nuestro bebé tiene la costumbre de dormir siempre con chupete, tenemos que buscar un plan B que permita que se relaje en la cuna y, así, no lo eche en falta. Una buena recomendación es que recurramos, por ejemplo, a canciones que hagan que se tranquilicen, ¡o un cuento! Hace muy poco os hablábamos de cuentos perfectos para niños de 1-2 años…
Mantente firme
Es importante que, pese a las continuas rabietas de los peques, no cedamos. Tenemos que entender que no se trata de un proceso fácil, ni para ellos ni para nosotros, pero si cambiamos de parecer todo el tiempo, no conseguiremos alcanzar el cambio que deseamos. ¡Hay que tener paciencia!
Valora su esfuerzo
Cuando nuestro bebé comience a adaptarse al proceso de dejar el chupete, es bueno que le hagamos saber que lo está haciendo muy bien. De esta forma, verán el lado positivo de este cambio y entenderán que no hay nada malo en decirle adiós al chupete.