¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes en niños en verano?

En el verano pueden aparecer enfermedades de forma más común que en el resto del año, ya que cambian nuestros hábitos. Los niños están jugando al aire libre constantemente: la playa, la piscina, la montaña o cualquier rincón público. Además, se enfrentan a cambios de temperatura constantes, sobre todo en estos últimos años en los que el cambio climático se hace más palpable, y al calor, que llega a límites nunca vistos.

Por este motivo, es normal que aparezcan tantas patologías y no hay que descuidar su salud. Veamos cuáles son las enfermedades estivales más comunes.

 

Las infecciones de vía aérea respiratoria alta

Realmente, son comunes durante todo el año y más en niños, que suelen tener las defensas en constante cambio. Suelen ser causadas, principalmente, por virus. Los síntomas más frecuentes son la congestión nasal, la rinorrea serosa, clara y dolor de garganta, a veces fiebre baja (de 38 a 39 grados).

Por lo general, se trata con antitérmicos como el Paracetamol o el Ibupofeno y una abundante hidratación –podemos llevar siempre con nosotros una taza para dar de beber a nuestros bebés-. Si la fiebre dura más de tres o cuatro días, es importante que acudamos al pediatra para que realice una valoración.

 

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La insolación es una enfermedad muy característica del verano por el gran período de exposición al Sol. El mareo, el dolor de cabeza y abdominal son los síntomas más comunes.

¿Cómo podemos prevenir este problema? Evitando pasar mucho tiempo al Sol, hidratando a los peques con mucho líquido –recordemos que el agua es el mejor aliado para la salud-, bañándolos en agua fresca y vistiéndolos con ropa ligera, sin muchos tonos oscuros.

 

Quemaduras solares

Las quemaduras solares son un gran problema que afecta a nuestra sociedad en enormes proporciones, por lo que debemos tener especial cuidado con los peques, ya que su piel es más delicada que la de los adultos.

Para evitar cualquier tipo de quemadura que provoque diferentes enfermedades de la piel, es recomendable que usemos cremas solares de factor alto –más de 30- y evitemos exponer a los bebés al Sol durante las horas de mayor riesgo, es decir, desde las 11 de la mañana a las cinco de la tarde.

¡Ojo! Es importante que les apliquemos el factor protector cada dos horas y en buenas cantidades para cubrir todo el cuerpo. Si las quemaduras son muy fuertes, puede ser necesario una crema con corticoides.

 

Picaduras de insectos

Son las consultas más comunes de esta época debido a la gran proliferación de insectos por el calor. Producen reacción local, edema, enrojecimiento y picor intenso. La infección local es el riesgo más importante que debemos evitar lavando la picadura con agua y gel infantil y, a veces, hielo durante 10 minutos para bajar la hinchazón.

Para evitar las picaduras, es recomendable que no apliquemos perfumes a los peques, usemos ropa adecuada –el amarillo atrae más a los insectos- y mosquiteras y repelentes de mosquitos. Los repelentes pueden ser desde líquidos hasta aplicaciones para el móvil que emiten sonidos imperceptibles por el oído humano pero muy molestas para los insectos. 

 

Corte de digestión

Es el profesionalmente conocido como “síndrome de hidrocución”, y consiste en un cambio brusco de temperatura al estar en contacto con agua fría. Produce mareos, visión borrosa, náuseas y dolor de cabeza.

Es recomendable que no bañemos a los bebés hasta las dos horas después de haber comido o hacerlo paulatinamente. De esta forma, se adaptarán poco a poco a la temperatura. Además, la sudoración excesiva es bastante peligrosa, por lo que tenemos que hidratarlos mucho. Si igualmente ocurre, es necesario reposar unas horas, y si continúa, tenemos que acudir al médico cuanto antes.

  

bebé, otitis externa, playa, verano, toalla, enfermedadOtitis externa

La común otitis del nadador, que afecta al oído externo por la humedad, el agua de piscinas, etc. El dolor es bastante molesto, tanto en el oído como en la garganta. Se trata con antibióticos tópicos y antiinflamatorios.

Si queremos evitar esta dolencia, es importante que, tras cada baño, les sequemos bien las orejas a los peques. Además, tenemos que limitar el tiempo del mismo y dejar unas horas entre cada baño. 

 

Gastroenteritis aguda

En el resto del año suelen ser, mayormente, producidas por virus. Sin embargo, las más frecuentes en verano son las producidas por intoxicación alimentaria como la salmonelosis. Se recomienda no comer pollo o huevo poco cocinado en esta época y mayonesa en mal estado.

 

Lo principal para evitar todas estas enfermedades es lavarse las manos con abundante agua y jabón antes de comer, dar el pecho, tras ir al baño o al ir a cambiar el pañal. La vacunación también es un factor preventivo muy importante.