La OMS recomienda que los bebés se alimenten exclusivamente de leche materna durante los seis primeros meses de vida. Esta forma de alimentación es la mejor para que los peques se desarrollen y crezcan de manera óptima. Además, ¡es buenísima para su salud!
Sin embargo, en determinadas ocasiones, no es posible que los bebés se alimenten con el pecho de su madre. En estos casos, es necesario recurrir al uso de leche de fórmula y, por tanto, al uso del biberón. Esta opción es igual de válida en situaciones así, pero es importante que sepamos cómo debemos actuar. ¡Pero no es el único uso del biberón! También se puede utilizar para dar leche materna que previamente se almacena cuando la mamá usa un sacaleches.
Hoy, os contamos cuáles son todos los pasos que debéis seguir para preparar correctamente un biberón. De esta forma, nos aseguraremos de que la alimentación de nuestro bebé está siendo la adecuada. Así, en principio, no experimentará ningún problema.
¿Qué pasos debemos seguir para preparar el biberón?
1. Esterilización
Antes de preparar el biberón, es importante que esté lavado con agua y jabón con la ayuda de un cepillo biberón. Esto debemos hacerlo inmediatamente después de cada toma para evitar que se peguen restos de la preparación. Si hay leche pegada, un truco es utilizar sal gorda.
Asimismo, es necesario esterilizar el biberón para eliminar las bacterias justo después de cada toma. No obstante, a medida que el bebé crezca, este proceso se hará con menor frecuencia, pues su sistema inmunológico estará más desarrollado. Para llevar a cabo la esterilización, podemos utilizar un esterilizador eléctrico. El de Dr. Brown’s tiene capacidad para seis biberones y realiza el proceso en 12 minutos. Si preferís una opción más económica, también podéis utilizar un esterilizador de microondas o bolsas de esterilización para microondas que son ideales para cuando estamos fuera de casa.
2. Preparad el agua
En primer lugar, debéis ver la cantidad de toma que tiene que tomar el bebé. Así, podréis saber cuánta agua tenéis que calentar. Lo normal es que, en la toma, añadáis 30 mililitros de agua por cada cacito de leche en polvo.
Si el agua de vuestra zona se puede consumir, debéis hervirla durante dos minutos, aproximadamente. Si utilizáis agua embotellada, ésta debe ser de mineralización débil –en la etiqueta, debe indicarse que es adecuada para la alimentación de los bebés lactantes-. En cualquier caso, debemos conservar el agua en un lugar fresco, seco y sin exposición a la luz solar.
Cuando el agua esté lista, es hora de calentar el biberón. Para ello, podéis utilizar un calientabiberones eléctrico o un microondas.
3. Añadid la leche de fórmula
Cuando tengáis el agua preparada, debéis añadir la leche de fórmula. Como ya hemos comentado, tenéis que añadir un cacito de leche por cada 30 mililitros de agua. Es imprescindible que nunca añadáis menos o más de lo indicado por el fabricante o el pediatra. Si añadís menos, el bebé se alimentará a base de agua; si añadís más, podéis provocarle una deshidratación o problemas renales y digestivos.
A la hora de preparar el biberón, es necesario que siempre añadáis primero el agua y luego la leche. Si lo hacéis al revés, es posible que no añadáis la cantidad correcta de agua. Con ello, se produciría el problema de la deshidratación del peque.
4. Realizad la mezcla
A la hora de realizar la mezcla, no es recomendable que agitéis el biberón. Si lo hacéis, es posible que se formen burbujas de aire que el bebé tragará, dando lugar a los cólicos del lactante. La mejor opción es remover la mezcla con una cuchara o moviendo el biberón con nuestras manos; algo parecido a tener un rollo entre las manos.
5. Comprobad la temperatura del biberón
Cuando el biberón esté ya caliente, debéis comprobar que su temperatura es la ideal. Lo adecuado es que tenga unos 36-37º, que es la temperatura de la leche materna y del cuerpo humano.
Para ello, podéis utilizar un termómetro. Pero también existe la opción de recurrir a la forma tradicional: verter unas gotas en vuestras manos para aseguraros de que la leche no está muy caliente. Si necesitáis enfriar el biberón, podéis colocarlo bajo un chorro con agua fría.
Otros
Si queréis preparar varios biberones de una sola vez, es importante que sepáis que podéis conservarlos en la nevera hasta un máximo de 24 horas. Eso sí, sólo si los habéis preparado con agua fría y no los habéis calentado anteriormente. También es importante que, una vez que hayáis preparado una toma que el bebé ha comenzado, no podéis conservarla. La razón es sencilla: la toma se puede llenar de bacterias y éstas pueden poner en riesgo la salud del peque. Una vez que acabe la toma, aunque quede todavía leche, debemos tirarla.
En Dr. Brown’s, sabemos que elegir un biberón para una toma correcta no siempre es una tarea sencilla. Por eso, ofrecemos nuestros biberones Options, diseñados para adaptarse a las necesidades del bebé durante su desarrollo. Estos disponen de un sistema de ventilación completa que permite reducir los cólicos del lactante. Asimismo, minimizan la oxidación de las vitaminas A, C y E, y previenen las posibilidades de que el peque sufra otitis media.