Después de cada toma, es importante que esterilicemos el biberón para evitar las bacterias. El sistema inmunológico de nuestro peque no está muy desarrollado, por lo que debemos ser muy cuidadosos con la limpieza. En los primeros días, por tanto, será imprescindible esterilizar siempre el biberón, pero a medida que crezca y se desarrolle el bebé, se reducirá el número de esterilizaciones y se irá espaciando cada vez más. Por regla general, lo ideal es esterilizar hasta los cuatro meses del bebé.
Hoy, os enseñamos qué pasos debemos seguir a la hora de esterilizar el biberón. De esta forma, nos aseguraremos de que lo estamos haciendo correctamente y nuestro bebé estará a salvo. ¡Tomad nota!
Paso 1: limpiar
Antes de esterilizar el biberón, es importante que lo limpiemos. Si lo lavamos justo después de la toma, el proceso será más sencillo. La leche no se habrá secado y será más fácil deshacernos de los restos que queden.
Lo primero que debemos hacer es lavarnos las manos con cuidado. Aunque no lo sepamos, nuestras manos pueden estar llenas de infecciones. Éstas, como la salmonelosis, se pueden traspasar a nuestro bebé. ¡Y no queremos eso! Recordemos que el sistema inmunológico de nuestro peque no está igual de desarrollado que el nuestro. Además, si previamente hemos estado en zonas susceptibles de estar llena de gérmenes o bacterias, es recomendable que también nos cambiemos de ropa.
Para la limpieza, podemos utilizar un cepillo biberón, que cuenta con una esponja y cerdas para que el proceso sea minucioso. También tenemos que utilizar agua tibia y jabón lavavajillas. En el proceso, es importante que prestemos especial atención a las zonas del cuello y rosca del biberón, pues es posible que haya restos escondidos que no veamos con facilidad. Asimismo, tenemos que darle la vuelta a la tetina para eliminar restos de leche. Para esto, debemos utilizar un cepillo específico, pues tenemos que evitar que se rajen por el orificio. Por último, basta con que aclaremos con agua corriente todas las partes del biberón.
Paso 2: esterilizar
A la hora de esterilizar el biberón, podemos encontrar dos métodos destacados:
Hervido y vapor
Se trata del método más utilizado. Para ello, tenemos que llenar una olla con bastante agua. A continuación, metemos todas las piezas del biberón por separado. ¡Es muy importante que nunca esterilicemos el biberón montado! Por último, dejamos que el agua hierva durante 15-20 minutos y, tras esto, sacamos todas las piezas.
Con este método, es imprescindible que tengamos muchísimo cuidado. Si la temperatura y el tiempo de esterilización no son adecuados, podemos estropear las distintas piezas del biberón.
Si queremos una forma más actual, podemos utilizar un aparato para el proceso. En Dr. Brown’s contamos con un esterilizador eléctrico. Éste permite realizar el proceso en 12 minutos para un total de seis biberones. ¡Y no tenéis que preocuparos por la marca de vuestro biberón! Nuestro esterilizador es apto para la mayor parte de las marcas que hay en el mercado.
¡Nota! Si preferís una opción más económica, aunque igual de efectiva, también tenemos el esterilizador de microondas.
En frío
La esterilización en frío se realiza llenando un recipiente con agua y añadiendo una pastilla especial para ello, que podemos obtener en las farmacias. A continuación, debemos introducir las diferentes partes del biberón, también separadas. Este proceso tiene una duración de media hora, aproximadamente.
Este método es menos recomendable, pues debemos tener especial cuidado con los productos que utilizamos. Y, además, como ya hemos comentado, el tiempo es superior que con el hervido y vapor. No obstante, si optamos por él, es importante que leamos con atención las instrucciones del producto para saber cómo funciona.
Paso 3: secar
Cuando hemos esterilizado todas las partes del biberón, tenemos que secarlas. Para ello, debemos colocarlas boca abajo en un espacio que esté libre de bacterias que puedan poner en riesgo la salud de nuestro peque. Si utilizamos un escurridor, es importante que éste no sea usado por el resto de la familia, para cerciorarnos de que estará limpio. Si, por el contrario, no tenemos tiempo y necesitamos secarlo inmediatamente, debemos asegurarnos de que el paño que utilizamos está totalmente limpio.
En Dr. Brown’s, tenemos a vuestra disposición un escurridor plegable. Éste tiene un diseño universal, por lo que se adapta a todo tipo de biberones. Además, tiene espacio para vasos con pajita o tazas, así como una zona exclusiva para los chupetes y tetinas del biberón.