Dentro del vientre materno, el bebé desarrolla sus sentidos durante el periodo de gestación. Uno de ellos, el oído, es el que antes madura junto con el tacto. Al nacer, sin embargo, resulta fundamental comprobar que su evolución ha sido idónea y, por ende, saber si está listo para percibir los sonidos del exterior.
En este artículo encontraréis toda la información necesaria sobre el oído y su estimulación, así como una serie de consejos y actividades para llevar a cabo junto con el bebé para entrenarlo. ¡Empezamos!
El oído
Como decíamos al principio, el oído es uno de los sentidos que antes desarrolla el bebé. Al quinto mes, su sistema auditivo estará formado por completo y listo para percibir los sonidos desde el vientre.
Los primeros estímulos que este recibe desde el interior son los latidos del corazón y la voz de su madre. Por norma general, los bebés atenderán antes a las voces agudas que a las graves, por lo que la madre es la primera persona con la que conecta.
La evolución del oído
Para seguir la evolución del oído en los bebés, debemos estar pendientes de diferentes fases temporales. Aunque el sistema auditivo funcione, deberá aprender a distinguir los estímulos y a otorgarles un significado propio.
● A los 2 meses. El bebé, asombrado por el entorno que le rodea, hará caso a las voces que les resulte familiares. Las de sus padres, en todo caso, son las primeras a las que responde, ya sea a modo de miradas o pequeños sonidos con la boca.
● Desde los 4 a los 6 meses. Una vez se acostumbren a las voces de sus mayores, percibirá los sonidos con mucha más atención y tratarán de descifrar sus significados y ver de dónde proceden. Más adelante, tratarán de imitarlos con afán, signo importante de que su necesidad de comunicarse con el exterior crece.
● Desde los 8 a los 12 meses. El proceso de imitación se prolonga y empezarán a balbucear cambiando el tono. No será hasta cumplido el año cuando pronuncie sus primeras palabras, que normalmente son apelativos sencillos como “mamá” o “papá”.
Posibles problemas de audición
Normalmente, los bebés nacen con el oído desarrollado y no suelen tener problemas auditivos a corto plazo. No obstante, pueden padecer problemas de audición si han estado en condiciones de nacimiento prematuro, falta de oxígeno o incluso infecciones al nacer. Con el paso del tiempo, los padres deberán comprobar que los bebés responden a los sonidos de su entorno. Si no responde a ellos, habrá que avisar al pediatra y llevar a cabo su examen correspondiente.
Cuando se identifica el problema a edad temprana, será más fácil resolver esta carencia. Con la ayuda de los aparatos adecuados, esto habrá ayudado al desarrollo del lenguaje antes de cumplir medio año.
Consejos para estimular el oído
Una vez conocemos todos los secretos sobre el oído en los bebés, os regalamos una serie de consejos para estimularlo a tan temprana edad. ¡Prestad atención!
● Evitad los sonidos fuertes. El nivel de ruido tiene que ser bajo para poder comunicarse con él.
● Poned música. Esta actividad estimulará su cerebro y ampliará sus capacidades espaciotemporales. Dicen que la música clásica es idónea para dicho desarrollo. Además, ¿a quién no le divierte escuchar una bonita canción? Cantadle y jugad con él con música de fondo.
● Probad con nuevos idiomas. Desde que nacen, los bebés están preparados para el lenguaje. Aunque no aprendan a decir palabras, sí que imitarán fonemas de otros idiomas. Sed ágiles, porque al año será más difícil que los aprendan. Ya se habrán acostumbrado a la lengua nativa.
● Leed cuentos. De esta forma su oído se hará a la entonación del lenguaje y la vocalización. Cuanto más se hable con él, más sonidos aprenderá.