Consejos para introducir el pescado en la dieta del bebé

La dieta del bebé debe ser amplia y variada con el paso del tiempo. A los seis meses, va asumiendo poco a poco la ingesta de frutas y verduras. Pero ¿qué hay del pescado? Toda novedad en el pequeño siempre se convierte en un reto, pero, siendo pacientes, conseguiremos que se nutra por completo.

En este artículo, os indicamos una serie de pautas para que vuestro hijo comience a probar el pescado. ¡Veréis qué sencillo es!

 

¿A partir de qué edad?

El pescado es un alimento fundamental en nuestra dieta. Hay que consumirlo al menos tres veces a la semana. No obstante, en el caso de los bebés, hay que tener en cuenta que es un proceso lento y difícil de asimilar para ellos.

Por ello, debemos suministrarle pequeñas piezas a partir de los diez meses. En concreto, el pescado blanco es el ideal para nuestro hijo, debido a que el pescado azul tiene más grasa, en torno al 5% con respecto al 2% del pescado blanco. Por ello, al ser más graso, el pescado azul es más difícil de digerir, por lo que se recomienda empezar a consumir a partir de los 18 meses.

 

¿Qué beneficios tiene el pescado blanco?

Estos pescados magros, por lo pronto, son muy fáciles de cocinar y de comer. De hecho, la mejor manera de preparársela al bebé es hirviéndolo. Además, no tienen tantas espinas, aunque en cualquier pescadería lo limpiarán acorde a vuestras necesidades.

Contienen una gran dosis de vitamina B y minerales como fósforo, calcio y hierro. Es muy beneficiosa gracias a su contenido en proteínas que, a la vez, resulta un alimento de bajo valor calórico. Todas estas propiedades resultan fundamentales para el crecimiento de nuestro bebé y para el desarrollo de su actividad cerebral y motora.

 

¿Cuáles son esos “pescados blancos”?consejos, alimentación, pescado, bebés

Los pescados con los que deben comenzar los bebés son la merluza, la pescadilla y el lenguado. Su sabor es muy suave y lo asimilará mejor que cualquier otro. Otras especies permitidas son el rape, el gallo y la maruca.

Otra especie apta para los peques es el bacalao, que, aunque es un pescado azul, se puede servir siempre que no se sazone, ya que, entonces, aumentarán sus niveles de grasa. En cualquier caso, debemos tener mucho cuidado, ya que puede ser alérgeno.

 

¿De qué forma preparamos el pescado?

Anteriormente decíamos que el pescado blanco es muy fácil de preparar, y que una de sus formas es hirviéndolo. Aunque también existen otras opciones. Se puede hacer a la plancha e incluso hornearlo. A partir de los 9 o 10 meses, la cantidad de pescado que debemos ofrecerle debe rondar por los 70 gramos. Una alternativa que puede gustar mucho al bebé es introduciendo el pescado en sopas o purés de verduras. De esta manera lo ingerirá con un sabor familiar hasta que se acostumbre poco a poco a él. Sirviéndoselo de formas muy diversas, el bebé podrá pasar del puré a comerlo en trocitos pequeños enseguida.

Además, vuestro bebé lo podrá tomar en cualquier comida, siempre y cuando no se dejen de lado las frutas o los lácteos. Al fin y al cabo, debemos mantener una rutina donde debe alimentarse bien.

 

Otros consejos

Ya sabemos los beneficios del pescado en los bebés, en este caso, el blanco. También su preparación. Ahora deberíamos tener en cuenta un par de detalles a la hora de elegirlo y conservarlo:

● Antes de cocinar el pescado, es ideal que lo congelemos. De esta manera eliminamos las dosis de mercurio y las bacterias y parásitos con los que podemos enfermar. El anisakis es uno de los más temidos, por lo que debemos congelarlo 48 horas antes de cocinarlo.

● A la hora de comprarlo, hay que tener en cuenta una serie de características: que tenga un olor agradable, que su piel sea firme y, sus escamas, brillantes. Conservadlo rápidamente porque, si no, se puede deteriorar con rapidez.