No hay nada más maravilloso que ver a nuestros hijos explorar con el entorno. Se encuentran en continuo proceso de creatividad mediante actividades y juegos. ¡Incluso cuando menos te lo esperas te demuestran cuan imaginativos pueden ser! Nosotros, como padres, debemos dejar que forjen cierta autonomía y sean capaces de crear su universo y perspectiva de las cosas.
La pregunta que debemos hacernos es, ¿cómo lo hacemos? Aquí os indicamos una serie de consejos que os ayudará a potenciar la creatividad de los niños. ¡Os sorprenderá lo mucho que les podemos ayudar!
Juegos y retos
No existe mejor sensación que la de ver a nuestro hijo divertirse. A tan temprana edad, menos es más, y son capaces de construir sus propias reglas en relación a una actividad que estén llevando a cabo. En estos casos, debemos respetar la normativa, otorgarles un espacio para que ellos sean capaces de dirigir el juego. Muchas veces es ideal esperar a un reclamo por parte del niño, pero en estas ocasiones, ser un espectador de lo que está ocurriendo es suficiente.
Por otro lado, los retos estimularán su sentido de la imaginación con creces. ¿Qué tal si somos nosotros esta vez los que les proponemos las limitaciones? Por ejemplo, podemos seleccionar una letra del abecedario e ir diciendo palabras que empiecen por ella. ¡O un juego de palabras encadenadas! Siempre y cuando sea sencillo para nuestro hijo.
Infundir respeto
Esta regla deberíamos aplicárnoslas tanto a nosotros como a los más pequeños de la casa. Por nuestra cuenta, debemos respetar sus decisiones y no limitarles con negaciones constantes o con burlas. De esta manera, podríamos limitar su creatividad y ellos generarían inseguridades y vergüenza. Cantar, bailar u opinar son necesidades básicas que, por muy absurdas que parezcan, tienen un valor emocional muy poderoso.
Por otro lado, nuestros hijos también deben evitar reírse de otros niños, como puede ocurrir en las escuelas. Hay que eliminar de raíz los prejuicios y no darle razones para que se burle de lo que hagan otros, por el simple hecho de ser diferente.
La eterna pregunta
A cierta edad, los niños quieren saberlo todo. ¿Por qué esto? ¿Por qué lo otro? Es una conducta absolutamente normal que lo nutre de conocimientos nuevos día a día. Por ello, debemos anticiparnos a ellos y plantearle cuestiones y pequeños debates. De esta manera, generarán un estado de opinión que con el tiempo seguirá desarrollándose. De esta manera fomentamos su pensamiento crítico y podrán defenderse en otro tipo de contextos sociales.
Visitar el entorno exterior
No toda la diversión se concentra entre cuatro paredes. Los parques, el campo, las granjas… en definitiva, los espacios abiertos con naturaleza, pueden convertirse en una fuente de inspiración para nuestros hijos. Una visita los fines de semana hará que se despejen de la rutina del colegio o la guardería y que, por otro lado, desarrollen sus sentidos más que nunca. ¡Se convertirán en ávidos exploradores!
Limitar el uso de aparatos electrónicos
Con ello nos referimos a ordenadores, televisores, tablets… La tecnología genera tendencias pasivas que pueden cobrar fuerza y consumir tanto la energía como la atención y la curiosidad de los más pequeños; y es muy difícil salir de ella. Así que llevad a cabo un horario estricto con las horas para hacer ocio electrónico.
Otras actividades alternativas como la lectura, la pintura o la música ocuparán gran parte de su tiempo y desarrollarán muchas habilidades con ellas aparte de sus propios sentidos: la percepción del ritmo, la capacidad de concentración y el lenguaje corporal, entre otras muchas. Pudiendo evitar de alguna manera el uso invasivo de los aparatos electrónicos, ¡opta por soluciones divertidas y útiles a largo plazo!