Consejos a tener en cuenta si nuestro bebé nace en verano

Llegó la hora. Este verano salís de cuentas para dar la bienvenida a un miembro más de la familia. ¡No existe nada más maravilloso que ser padre! Estaréis inmersos en un proyecto de vida tan apasionante como es la crianza, y toda ayuda e ilusión es bienvenida para esta etapa de cambios.

No obstante, es verano, y todos sabemos lo que conlleva eso: sol y calor. Es difícil soportar las altas temperaturas, así que imaginad en un recién nacido. En esta entrada os proponemos unos consejos muy útiles para el cuidado del bebé durante los meses estivales. ¡Prestad mucha atención!

 

Primer paso: hidratación

Es de vital importancia mantenernos frescos durante el verano. Es una necesidad innata que podemos solventar. No obstante, el bebé, a tan temprana edad, no es consciente de ello. Mantenerlos hidratados en todo momento es un paso fundamental.  ¿Y cómo podemos hacerlo cuando son tan pequeños?

En primer lugar, debemos mantener la habitación bien ventilada. Para ello, un purificador será ideal para los días de calor abrasador. Y para saciar las necesidades primarias del recién nacido, debemos aumentar las dosis de leche, es decir, amamantarlo con más frecuencia: a demanda o cada dos horas, aproximadamente.

Para niños que no toman el pecho de la madre, debemos recurrir a la leche de inicio. Siguiendo los consejos de tu médico, tendrás que aumentar la cantidad dependiendo del entorno y la temperatura del lugar.

 

¿De qué manera le protegemos del sol?

Los pediatras recomiendan, en el caso de los bebés recién nacidos, que cuanto menor sea el contacto con el sol, mejor. Esto significa que, durante los meses estivales, no debemos sacarles de paseo en horas determinadas de la mañana y de la tarde. Tampoco deberíamos llevarles a la playa, porque debido a su prematuridad y su condición de lactantes pueden acabar perjudicados por el exceso de rayos ultravioleta.

Las prendas transpirables, hechas de materiales como el algodón, son las mejores en días de mucho calor debido a que son suaves y transpirables. No es conveniente agobiarle con muchas capas encima, con una camiseta irá cómodo. En casos extremos, como los golpes de calor, debemos actuar rápidamente dándole al bebé un baño templado, alrededor de los 22 o 25ºC. Esto le ayudará a rebajar su temperatura corporal.

 

Cómo escapar de los mosquitos

El verano podría ser una etapa del año maravillosa si no fuera por la presencia de los mosquitos. Fácilmente nos convertimos en presas de este pequeño depredador y tener que lidiar con ellos durante tanto tiempo se hace un tanto duro. Sin embargo debemos luchar contra ellos, sobre todo cuando tenemos a un bebé en casa.

Antes de los dos meses, está prohibido usar cualquier tipo de repelente corporal. Lo más idóneo es recurrir a las mosquiteras tradicionales para la cuna. Estos artefactos impedirán la entrada de los mosquitos. Además, nos ayudará a ahorrar energía en casa, evitando el uso de aires acondicionados que pueden resfriar al recién nacido.

Los ambientadores también son remedios muy eficaces. Los cítricos y su fuerte aroma espantan a todo tipo de insectos. En el caso de la citronela, todavía más. Por ello recomendamos sprays y parches con esta fragancia. Eso sí, a la hora de administrarlo por toda la casa, el bebé no debe estar presente, puesto que los aerosoles pueden causarles irritación y problemas respiratorios.

 

¡A dormir!

Teniendo en cuenta que el verano puede convertirse en un infierno para muchos, aquí debemos incluir a nuestro bebé. Debemos frenar el llanto de la manera más calmada posible, y para que este se encuentre cómodo, no debemos exponerle en corrientes de aire. Lo tapamos y le ponemos ropa ligera para que el pequeño de la casa pueda descansar tranquilamente.