El sentido del olfato durante los tres primeros años de vida

El olfato está directamente conectado con el gusto, y con él, el bebé entrena los recuerdos y la capacidad de asociación desde bien pequeño. El aroma de su madre, su comida favorita… es, sin duda, el más especial de los cinco sentidos. ¿Quieres saber cómo se desarrolla el olfato desde tan pequeños?

En este artículo os explicamos el desarrollo del olfato hasta los tres años, divididos por etapas para que podáis tomar nota de los datos más interesantes y sabremos si la evolución es favorable. Listos o no, ¡allá vamos!

 

El olfato en el vientre materno

En la séptima semana de gestación empieza a formarse la nariz. En la décima habrán aparecido las fosas nasales y habrá completado su formación. Curiosamente, el bebé utiliza el olfato para reconocer a su madre a través del líquido amniótico. Su aroma es muy similar al de la leche materna.  

Además, el olfato le será de gran utilidad durante toda su vida. Sobre todo al principio, porque todos los olores que perciba cuando nazca se convertirán en recuerdos que luego se procesan dentro de su cerebro. Así, pasados los años, el bebé puede ser capaz de identificar aromas de su niñez.

 

De 0 a 3 meses

Cuando nazca el bebé, este identificará a su madre al instante gracias a la leche materna. En los momentos de contacto entre ambos, aumentará el nivel de la hormona oxitocina, que produce el apego del pequeño y, por tanto, sus primeras muestras de amor hacia ella. Es por esto que, al finalizar el parto, las matronas llevan inmediatamente al bebé con su madre, para que se recupere lo antes posible del esfuerzo de haber dado a luz.

Con el paso del tiempo irá experimentando nuevos olores. Se mostrará reacio, por otro lado, a las esencias intensas como las fragancias o comidas específicas. ¡Incluso pueden afectarles al sentido del gusto! Desde temprana edad, captará los estímulos del exterior para familiarizarse con el entorno. Habrá elementos que les cause placer, y esto estimulará las necesidades primarias, como la alimentación.

Y por supuesto, le servirá como entrenamiento cerebral para adecuarse a los diferentes escenarios. Los bebés están en constante proceso de memorización y este periodo es clave para él.

 

De los 3 a los 6 meses

Durante su desarrollo, el bebé seguirá usando el olfato para distinguir a la gente de su entorno. En el caso de los extraños, al olerles pueden sentirse asustados y su primera reacción es el llanto.

A los 6 meses, cuando el bebé esté familiarizándose con la comida, se dará cuenta qué tipos de sabores les gusta y lo asociará con el aroma. De este modo, puede reaccionar con sonrisas y pequeños ruiditos cuando le estáis cocinando uno de sus purés preferidos. 

 

De los 6 meses al año

¡Madre mía! ¡Cómo ha crecido! El desarrollo físico y mental del bebé es incuestionable, y de manera paralela, los sentidos. La mayoría de ellos estarán más que definidos a esta edad, y más que ninguno, el olfato. Sin embargo, ya no es tan importante: pasa de ser un sentido esencial para el reconocimiento de su entorno a perder cierto poder frente a la vista o el oído.

Ya cumplidos los diez meses, habrán adquirido sus gustos en la comida, y ya no estará tan interesado en probar recetas nuevas. Si un olor le disgusta, lo manifestará sin ningún rodeo.

 

Hasta el tercer año

Los más pequeños de la casa seguirán desarrollando su olfato de manera continuada. Para favorecer este proceso, los padres deberán motivarles para que conozcan otros nuevos aromas. Mediante juegos como la gallinita ciega, el niño tendrá que taparse los ojos y dejarse llevar por su entorno.