Cuando nuestro bebé se pone malo, cuidarlo puede parecer una auténtica odisea. Sobre todo, cuando tratamos de darle medicamentos para curarle. Muchas veces, las reacciones del pequeño son muy bruscas y tienden a echarlo o a llorar con molestia.
No obstante, existen maneras de administrar medicinas de forma mucho más cuidadosa y exitosa. ¿Os gustaría saber un par de truquitos? De esta forma, curarle será una tarea muy fácil. ¡Estad atentos!
Cuando se trata de medicamentos líquidos…
Dentro de los medicamentos de vía oral, los líquidos como los jarabes son los más fáciles de dar al bebé. De hecho, la mayoría de las medicinas se sirven en este formato.
En casos en los que las medicinas tienen un sabor o textura muy particulares y disgustan al pequeño, debemos contar con un plan de actuación. ¿Cómo? Atended a estas indicaciones:
● Primero, consultad con el pediatra. Él nos indicará qué medicamento darle para cuando el bebé esté malito y nos facilitará unos consejos para cuidarle.
● Una vez sabemos lo necesario, debemos atender a la postura que más favorezca la ingesta del medicamento. Con nuestro bebé, hemos de recostarle en un ángulo de 45º aproximadamente. Si lo tumbamos, corremos el riesgo de que lo escupan, e, incluso, que se atraganten con este.
● El sabor, como decíamos antes, puede no ser santo de su devoción. Por ello, a la hora de darle el jarabe, podemos diluirlo con agua para suavizar sus propiedades. No se recomienda mezclar con otros líquidos como zumos o leche, porque, dependiendo del medicamento, pueden cortarse. En este caso, dale la recompensa unos minutos después de la toma.
● ¿Y con qué se lo damos? Los utensilios de goma serán nuestros aliados. Con una cucharilla dosificadora o una tetina de biberón nos sirve, ¡incluso una pequeña jeringa! A ser posible, evitemos los elementos metálicos y punzantes porque puede dañar la boca del pequeño.
● A la hora de introducir el jarabe, recomendamos dárselo desde uno de los lados de la boca, cerca del centro de la lengua. Así evitamos que se atragante con este.
La ingesta de comprimidos
Raramente nos dan medicamentos en forma de comprimidos para nuestro bebé. En caso de que ocurra esto, os sugerimos un par de consejos que le irán de perlas al pequeño de la casa:
● Aplastamos bien la pastilla y mezclamos con unas gotas de agua para favorecer la ingesta.
● Si no abre la boca, lo acercamos a nuestro regazo y presionamos levemente sus mejillas para que pueda abrir la boca y, rápidamente, le damos la mezcla.
● Debemos tener en cuenta, por muy evidente que parezca, que el medicamento nunca debe ir mezclado en su vasito de agua. Siempre en la cuchara, porque así sabemos si ha tomado toda la dosis de golpe, sin dejar restos.
Las gotas: cómo utilizarlas
A veces, los bebés pueden sufrir infecciones en los ojitos o en los oídos. Entonces, son las gotas el principal remedio para curar estas molestias. Atentos a su aplicación:
● En caso de conjuntivitis u ojos legañosos, podemos echar unas gotitas de suero fisiológico cerca del ojo, apartando con una gasa esterilizada las legañas, siempre hacia abajo para no extenderlo por todo el ojo.
● Cuando el bebé padece de otitis, atendemos a la recomendación de nuestro pediatra. Si nos sugiere unas gotas, el modo de empleo consiste en poner al niño de lado y administrarle el número de gotas indicadas para cada oído.
Otros consejos sobre las medicinas
Con estos consejos será coser y cantar medicar a vuestro bebé, ¡ya veréis! Sin embargo, aquí os mostramos otras indicaciones para facilitar aún más la labor. ¡Ánimo!
● Se puede disimular los sabores de los medicamentos por otras vías, como mezclándolos con yogur o con purés de ricos sabores, como los de manzana.
● Las medicinas son vías para mejorar nuestra salud, y en ningún momento debemos idealizarlo. Esto puede causar confusiones muy peligrosas de cara al futuro.
● No debemos castigar al bebé por no tomar el medicamento. A ser posible, insistamos en que lo tome. Nadie está preparado a asimilar, desde una edad tan temprana, los sabores amargos.
● ¡No existe mejor refuerzo que el cariño! Felicitad al bebé y dadle muchos mimos cuando consiga tomar la medicina.