Como padres, buscamos en todo momento un entorno ideal para que el bebé crezca y aprenda sin preocupaciones. No obstante, a veces, hay que tomar una serie de medidas para que esta norma se cumpla a rajatabla; sobre todo en el propio hogar. La mayoría de los accidentes infantiles suceden dentro de casa, y es un hecho que, en numerosas ocasiones, los padres no estamos cerca para poder detenerlo.
¿Qué podemos hacer para conseguir que nuestro hogar sea un lugar seguro? En este artículo os mostramos una serie de consejos para conseguirlo. Y, para ello, debemos ir revisando habitación por habitación. ¿Estáis preparados? ¡Vamos allá!
Pero antes… ¿cuáles son las causas de los accidentes?
La mayoría de los casos de accidente infantil suceden dentro de casa. Las razones son sencillas: son unos auténticos intrépidos y quieren conocer más a fondo su templo familiar. Y, de una forma o de otra, acaba saliendo mal. ¿A qué edad se vuelven tan aventureros? A partir del año, así hasta los cuatro. Pero, seamos sinceros: una trastada no entiende de edades.
El 90% de los casos son golpes y pequeños traumatismos como pequeños cortes y heridas. En un porcentaje mínimo son, o bien intoxicaciones por objetos de pequeño tamaño o productos de casa; o bien, por quemaduras.
Todos estos pequeños accidentes se producen en todas las áreas de la casa, por lo que hay que tener mucho ojo para saber cómo aislar a nuestro pequeño de todo mal augurio.
El salón y la habitación, sinónimos de juegos
Todos sabemos que el salón es la zona común de la casa. Y ya no solo para nosotros, también para nuestros hijos. Mientras los mayores estamos haciendo otras tareas, distraídos del entorno, el pequeño va dando paseos por el salón. Y, cuando no es allí, es en su habitación, otro rincón peligroso si no estamos bien atentos.
Para que estén totalmente protegidos, debemos tener en cuenta una serie de requisitos:
● Evitemos dejar sillas y sofás cerca de la ventana. A su vez, insertaremos cierres de seguridad difíciles de abrir para los más pequeños. Este consejo es aplicable al resto de habitaciones, y tengamos en cuenta, también, que la cama o la cuna tiene que estar bien alejados.
● Las puertas, muchas veces, son el peor enemigo (y obstáculo) de los más pequeños. Para evitar accidentes desagradables con ellas, sugerimos poner bordes de gomaespuma tanto en los mangos como en los bordes de las puertas. De esta manera, si se pillan los dedos o se golpean evitaremos que sea más doloroso.
● Es recomendable alejar todo objeto susceptible de romperse en pedazos lejos de las zonas más accesibles de la casa, como la mesa. De esta forma, reduciremos la posibilidad de heridas y cortes.
● Los picos de los muebles pueden llegar a ser endemoniados. ¡Siempre nos hemos topado con uno! Nuestros grandes aliados serán las cantoneras. Instaladlo en todas las esquinas de sofás, sillas y mesas.
¡Cuidado en la cocina!
Junto con el cuarto de baño, son los rincones de la casa más peligrosos. Como regla general, los más pequeños no deben entrar en la cocina cuando estamos manos a la obra preparando el menú del día a día. Aparte de eso, pensemos en lo siguiente:
● Los objetos afilados (cuchillos, tenedores, tijeras, etc.) deben estar guardados en lugares a los que el niño no pueda acceder.
● No debemos dejar productos de limpieza debajo del fregadero. Si lo tocan más de la cuenta, pueden correr el riesgo de intoxicarse.
● Mantengamos intactos los primeros fuegos de la cocina. Y, al mismo tiempo, cuando terminemos de cocinar, los taparemos para evitar cualquier riesgo de quemadura.
● Los electrodomésticos portátiles como las tostadoras deben guardarse en un lugar seguro. Un tirón al cable puede producir daños importantes.
Plantemos cara a un baño resbaladizo
El baño también es un foco de accidentes bastante usual. En primer lugar, por lo resbaladizo que puede ser para él; en segundo lugar, por tratarse de un lugar especialmente desinfectado, a diferencia del resto de la casa. ¿Qué podemos hacer?
● Primero, alejad los jabones, geles, medicamentos y productos de limpieza fuera del alcance de los niños. Si lo encuentran, pueden ser capaces de ingerirlos.
● La tapa del inodoro siempre cerrada, y, a ser posible, bloqueadla para cuando aprenda a abrirla.
● Insertad superficies de goma antideslizantes para evitar golpes y caídas. La humedad que produce el agua caliente puede suponer un motivo de deslizamiento innecesario.
Otros consejos
Una vez comprobados todos los rincones de la casa, tengamos en cuenta otros consejos igual de importantes que los anteriores:
● Los enchufes, por muy pequeños que sean, son muy peligrosos. Os recomendamos insertar protectores para evitar que los niños inserten los dedos dentro.
● Aunque parezca algo fundamental, no dejéis las puertas abiertas de la calle. El niño podría salir sin que nosotros nos demos cuenta.
● Una casa ordenada y limpia es una casa sin tropezones ni caídas.
● Las rejas en lugares estratégicos de la casa, como la chimenea y las ventanas, son necesarias si vemos que nuestro pequeño es un torbellino incontrolable.
● Y, para zonas comunes y escaleras, las vallas de protección delimitarán el espacio del pequeño y así comprobaremos que sigue estando en el mismo sitio cuando volvamos.