La llegada de un bebé a la familia es maravilloso, llena nuestras vidas de ilusión y alegría.
En algunos casos puntuales ocurren sucesos desafortunados como es la muerte súbita del lactante y de la cual, aun, no se sabe el origen con exactitud.
Vamos a explicar que es, riesgos y como podemos prevenirlo.
¿Qué es el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante?
El síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL), es la muerte repentina e inexplicable de un bebé menor del año mientras duerme y sin explicación tras analizar el caso, según la AEP.
Aunque el origen es incierto, se ha establecido diferentes factores que pueden provocar que sea más propenso a padecer muerte súbita del lactante, aunque todo varía en función de cada bebé. Estas son algunas de las causas:
-Bajo peso al nacer: el bajo peso o nacimiento prematuro aumentan las posibilidades de que el cerebro no haya madurado completamente, teniendo menos control sobre la respiración y frecuencia cardiaca.
-Infección respiratoria: que haya sufrido o esté sufriendo un catarro, provocando problemas respiratorios.
-Dormir boca abajo: en esta posición los bebés tienen mayor dificultad para respirar.
-Dormir en una superficie blanda: puede provocar que se bloqueen la vías respiratorias del bebé.
-Calor excesivo: tener al bebé demasiado abrigado también puede incrementar las posibilidades de muerte súbita.
Algunos investigadores han identificado otros factores que pueden aumentar el riesgo de padecer muerte súbita:
-Los niños son más propensos a fallecer por muerte súbita que las niñas.
-Se suele producir principalmente entre el segundo y cuarto mes de vida.
-Los bebés que tienen antecedentes familiares que sufrieron muerte súbita, tienen mayor riesgo.
-Los bebés rodeados de padres y familia fumadora también tienen mayor riesgo.
Consejos de prevención durante su primer año (según la AEP):
-Acostar al bebé boca arriba.
-Poner la cuna en la habitación de los padres, es el lugar más seguro para dormir.
-Evitar colchones blandos, mantas, sabanas sueltas y juguetes en la cuna.
-Mantener un estilo de vida saludable durante y después del embarazo.
-Dar, si es posible, lactancia materna.
-No abrigar en exceso.
-Usar el chupete para dormir.