Especial Alimentación en Verano (4): Recomendaciones prácticas

Atrás queda la rutina de guarderías, actividades diarias y horarios programados… Llega el verano y con el cambios en nuestros hábitos, sobre todo en la alimentación.

Estos cambios influyen aún más en nuestros pequeños y debemos saber como actuar para facilitarles su adaptación pero garantizando una nutrición adecuada y necesaria.

Os dejamos algunas claves que os ayudarán a afrontar la alimentación durante el verano para vuestros niños y bebés.

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– Disminuye el apetito

El calor hace que tengamos menos ganas de comer y además nuestro organismo no necesita consumir tantas calorías para regular nuestra temperatura corporal por lo que necesitamos comer menos de lo habitual.

No debes preocuparte si notas que tu pequeño tiene menos apetito o come con menos ganas.

Un truco muy útil es ofrecerle un único plato siempre y cuando este contenga una nutrición completa. Los purés con arroz, pollo o pasta son ideales.

– Desayuno con energía

Es importante ofrecerles un desayuno nutritivo rico en vitaminas y calcio que les ayude a enfrentarse a las actividades del día. Además debe contar con un buen aporte calórico para conseguir la energía necesaria.

– Horario de comidas

A pesar de los inevitables cambios de horarios y rutinas en la alimentación debemos intentar seguir con las pautas establecidas y mantener las cinco comidas al día. Las tres fundamentales, desayuno, almuerzo y cena y las dos más ligeras de media mañana y tarde.

Podemos tener cierta flexibilidad para adaptarnos a las actividades propias del verano pero es importante mantener las pautas para regular el apetito de los pequeños y evitar que coman con prisas o demasiada ansia.

Comer tranquilos favorece la digestión y evita problemas intestinales como los gases.

– Tiempo de digestión

Según se haya realizado muy comida más contundente o más liviana lo ideal es esperar entre 1 hora y media o dos horas para bañarse. Un corte de digestión puede ocasionar mareos, náuseas, vómitos o desmayos.

Es importante que los pequeños descansen un poco tras las comidas para hacer una correcta digestión y ya de paso descansar y reponer energía.

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– Hidratación

Desde luego que la hidratación es fundamental durante todo el año pero en verano lo es aún más para enfrentarnos a las altas temperaturas y al desgaste físico por el aumento de actividad.

Debemos tener siempre a mano un biberón con agua que ofrecerles. Si aún está tomando el pecho ofrecerles tomas más a menudo pero no es necesario dar agua.

Es recomendable dar a los más pequeños alimentos ricos en agua como frutas y verduras. Ya sea cortada en trozos o en un refrescante zumo.

Otra opciones son los batidos de frutas, macedonias con leche, queso fresco o yogur que además nos aporta el calcio necesario.

– Esterilización

Algunos expertos mantienen que ya no es necesario esterilizar a menudo a partir del 5-6 mes del bebé. Sin embargo, en verano la proliferación de gérmenes aumenta, corriendo el riesgo de contraer gastroenteritis. Por tanto, es mejor mantener buenos cuidados con la higiene de los productos de alimentación.