Importancia de usar protección solar en bebés

¡A todos nos encanta disfrutar del buen tiempo!

El mar, la piscina, ir a jugar al parque con los pequeños… pero, ¿estáis teniendo cuidado con el calor y las fuertes radiaciones solares que nos invaden en esta época del año?.

A continuación vamos a dejar información y algunos consejos que pueden servirte de mucha ayuda y… ¡disfrutar de un verano protegido y feliz!.

¡Toma nota!

¿Conoces la importancia de proteger a tu bebé/niño del sol?

Como sabéis, la piel de los bebés son muchos más sensibles que la de los adultos, por lo que necesita un mayor cuidado y protección.

Su piel es más susceptible a los efectos que pueden provocar los rayos solares en su delicada piel (quemaduras), además, ésta “guarda memoria” de la exposición solar durante la infancia. Según la AEPED* (Asociación Española de Pediatría), del 50 al 80% del daño por exposición solar que una persona recibe durante toda su vida se produce durante la infancia y adolescencia.

¿Qué daños puede causarnos una exposición solar excesiva?

Los problemas de la exposición solar se deben al exceso de tiempo y la forma inadecuada en la que tomamos el sol.

En general, protegernos del sol (todo el año) es fundamental y súper importante en todas las edades, evitando daños que las radiaciones solares pueden provocarnos como:

-A corto plazo:

Quemaduras, erupción solar, acné, manchas oscuras en la piel…

-A largo plazo:

Aceleración del envejecimiento de la piel, pérdida de elasticidad en la piel, cáncer de piel…

Beneficios de una exposición solar adecuada.

No podemos olvidar que el sol; en su justa medida, es fundamental y nos aporta diversos beneficios: ayuda a la activación de la vitamina D, la cual es indispensable para fijar el calcio en nuestros huesos; ayuda a mejorar el estado de ánimo en casos de depresiones estacionales; Además, recientes estudios demuestran que la falta de exposición solar aumenta los casos de dermatitis atópica y alergias en los lactantes …

Consejos para tomar el sol de forma correcta:

– Evita la exposición prolongada al sol en las horas centrales del día (De 12:00 a 16:00 horas)

– En verano, la exposición solar debe ser paulatina. Aumenta el tiempo de exposición para ir acostumbrando la piel.

– Busca lugares con sombra en espacios abiertos o utiliza sombrillas.

– Utiliza tejidos ligeros de colores claros que cubran buena parte del cuerpo cuando estemos en áreas soleadas.

– Usa gafas de sol oscuras, con filtro UV y utiliza sombreros de ala ancha.

– Utiliza cremas de protección solar que combinen filtros de protección físicos y químicos especiales para bebés.

Una protección adecuada desde bebé podrá evitar graves consecuencias en el futuro.

¡No te la juegues y protégele!

Y tu… ¿Qué tipo de protección usas y como lo haces con tu bebé?

¡CUÉNTANOS!

Fuente: AEPED* (Asociación Española de Pediatría)