Cómo iniciar una lactancia mixta

La lactancia materna en exclusiva es recomendable hasta los 6 meses del bebé; así lo defiende la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, hay ocasiones en las que, por diferentes motivos, no es posible seguir esta recomendación. En estos casos, los padres de los bebés tienen la opción de recurrir a una lactancia mixta.
Antes de comenzar a hablar sobre esta opción en profundidad, es necesario que aclaremos el concepto. De forma clara y concisa, podemos decir que la lactancia mixta consiste en la combinación de leche materna con leche artificial, es decir, leche de fórmula.

Ahora que ya sabemos qué es, estamos listos para descubrir todo lo que rodea a esta forma alternativa de alimentación del bebé: causas, cómo implantarla, ventajas de la misma… ¿Estáis preparados? En ese caso, ¡comencemos!

​​¿Qué da lugar a la lactancia mixta?

Como hemos anunciado, la forma “perfecta” de alimentación es la lactancia materna, pero no siempre es posible y, en esos casos, podemos recurrir a la lactancia mixta. Estas situaciones pueden ser las siguientes:

  • No se produce suficiente cantidad de leche materna, por lo que se hace evidente la necesidad de incluir un complemento, la leche de fórmula, en la alimentación del bebé. También hay veces en las que la leche producida sí es suficiente, pero puede no contener la calidad suficiente de nutrientes para el bebé.
  • Una decisión de la madre. Hay ocasiones en las que las madres deciden instaurar una lactancia mixta, ya que pueden sentirte saturadas y prefieren la opción de alternar las tomas del bebé. Otras veces, la vuelta al trabajo puede impedir que la alimentación sea completamente con leche materna y, aunque podemos extraerla y luego guardarla en botellas de almacenamiento, recurrir a la fórmula infantil puede ser una buena alternativa.
  • Falta de peso del bebé. Es posible que el bebé no aumente su peso con una alimentación basada exclusivamente en leche materna, de manera que hay que buscar otra forma de solucionar este problema, que, normalmente, no depende directamente de la madre, por ejemplo, en casos en los que el bebé tiene el frenillo corto, por lo que no puede succionar correctamente.

¿Qué proceso debemos seguir?

A la hora de implementar la lactancia mixta en la dieta del bebé, encontramos dos posibles formas de hacerlo:

Simultánea

En esta opción, en una misma toma se recurre a la leche materna, que podemos extraer con un sacaleches manual, y a la leche de fórmula. La forma es la siguiente: en primer lugar, se le da el pecho al bebé durante unos 15 minutos por pecho, aproximadamente, y, cuando haya terminado, se le ofrece el biberón al bebé para que termine de alimentarse si todavía tiene hambre (sobre todo por la noche, cuando la leche materna ya es más reducida).

Ésta es la forma más recomendada y más frecuente en bebés que tienen problemas para ganar peso debido, por ejemplo, a que no pueden succionar suficiente leche, como ya hemos comentado.

  Alterna

Esta forma de alimentación consiste en que se alternan los dos tipos de tomas, es decir, si una toma es sólo con leche materna, la siguiente será sólo con leche artificial. Es ideal para aquellas madres que, por diversos motivos, deben alejarse de sus bebés durante breves períodos de tiempo; por ejemplo, la vuelta al trabajo.

No obstante, debemos tener cuidado con esta opción: por lo general, el bebé puede preferir la leche de fórmula porque es más dulce que la producida por las mamás, pero es primordial que la lactancia artificial no sustituya a la materna. Para ello, se recomienda que, cada dos o tres días, cambiemos una toma de pecho por una de biberón.

¿Y si el bebé comienza a rechazar la leche materna?

Como hemos comentado, los bebés pueden preferir la leche infantil por ser más dulce que la materna, por lo que debemos seguir una serie de consejos para evitar que esto genere un rechazo al pecho:

  • Ofrece el pecho antes que la fórmula infantil. En la lactancia mixta simultánea, el bebé debe primero alimentarse del pecho; sólo debemos recurrir a la leche de fórmula si, después de haber vaciado los dos pechos, sigue teniendo hambre. 
  • Da el pecho en períodos cortos de tiempo. Siempre que sea posible, ofrece el pecho en intervalos inferiores a dos horas a lo largo del día, y en intervalos inferiores a cuatro horas a lo largo de la noche.