El desarrollo de los pies del bebé

El crecimiento del bebé en el transcurso del primer año resulta imparable. Como padres, podemos sentir el cambio de la noche a la mañana. Dentro de muy poquito sabrá decir palabras diversas y, por supuesto, aprenderá a andar. ¡Será un terremoto indomable!

Y, para ello, sus pies han de estar perfectamente desarrollados para tal acción. ¿Cómo se lleva a cabo este proceso? En este artículo, os mostramos la evolución de los pies del bebé durante el primer año del niño, una etapa decisiva, como poco, para el pequeño. ¿Estáis preparados? ¡Vamos allá!

 

pies, desarrollo, bebé, consejosDurante los seis primeros meses de vida

Cuando los bebés nacen, el pie está completamente formado. Suelen medir alrededor de ocho centímetros aproximadamente y su forma es triangular y de apariencia plana, porque los huesos de las extremidades no se han terminado de desarrollar.

Al nacer, sus pies suelen mantener una postura semejante a cuando estaban en el vientre materno: recogidos e inclinados hacia abajo. Su función primordial es la de detectar sensorialmente a partir de la infinidad de terminaciones nerviosas que poseen, percibiendo información del exterior y amoldándose a este.

En el tercer mes de vida, los bebés sienten la necesidad de explorar su propio cuerpo, y es cuando empieza a mirar sus manos y pies. El juego con ellos permite que el sistema nervioso madure, estimulando el desarrollo intelectual y social de cara al futuro.

 

pies, desarrollo, bebé, consejosDe los seis meses hasta el año

Cuando el bebé cumple seis meses, empieza a sentir un mayor control y fortaleza en las piernas. Los pies van creciendo poco a poco y adoptan fuerza para poder sostenerse y dar los primeros pasos.

Al mismo tiempo, el tejido adiposo que se forma en el puente del pie va desapareciendo y el músculo crece, creando el puente desde el talón hasta los dedos. De esta forma, el pie deja de desviarse hacia fuera. No obstante, los huesos no están desarrollados y es cuando el pequeño necesita un calzado cómodo para aprender a andar.

 

Problemas más frecuentes del pie del bebé al nacer

En ocasiones, durante la evolución del niño, las articulaciones no terminan de formarse. También influye la genética, pero no por ello debemos dejar de ver los pies del pequeño y comprobar que todo va bien. ¿Cuáles son las anomalías más comunes de nacimiento? Prestad atención:

● Pie zambo. También conocido como “pie equinovaro”, ocurre cuando el pie está curvado hacia dentro. Esto hace que, al caminar, se sostengan con los tobillos. Es más frecuente que ocurra en niños que en niñas, y, normalmente, es en un pie. Para este tipo de problemas es conveniente corregirlo con el uso de botas ortopédicas. En caso de mayor gravedad, la cirugía es el último recurso.

● Pie plano. Es el problema más frecuente. Como se indica, el pie es plano y carece de arco, por lo que se siente cansancio al caminar y dolor en la planta de los pies. Se ha dicho que se corrige a través de zapatos especiales; no obstante, desaparece solo cuando se trata de un niño menor de tres años.

● Pie talo. La punta de los pies apunta hacia arriba y, normalmente, se corrige solo a través de masajes si se trata de una mala postura en el útero. En caso de no mejorar, el uso de férulas y prótesis avanzará la recuperación.

● Pie aducto. También consiste en una malformación originalmente producida dentro del parto. Ocurre cuando la parte anterior del pie mira hacia abajo. Normalmente se endereza solo, al igual que con el pie talo. En casos de mayor gravedad, se puede solucionar con correctores.

 

pies, desarrollo, bebé, consejosOtros consejos

Estos problemas tienen solución si actuamos inmediatamente. De pequeños, al no estar del todo desarrollados, son mucho más sencillos de corregir. Aquí os dejamos unas pautas para facilitar la recuperación:

● Para entrenar los músculos del pie y evitar estos problemas, debemos dejar que el bebé ande descalzo por la casa. Es una forma eficaz de corregir la postura del pie y el punto de apoyo.

● En caso de usar zapatos fuera de su entorno, estos han de ser flexibles, ligero y que no le quede justo. A poder ser, si puede quedar el tobillo quede libre. La suela, por otro lado, no debe ser resbaladiza y que tenga un punto de adherencia con el suelo adecuado para que el pequeño pueda apoyar correctamente.

● Fomentar la actividad de los pies es una alternativa con la que mejorarán rápidamente. Probad dándoles masajes y llevándoles a terrenos blandos como la arena, así se fortalecerán los músculos antes de tiempo.