Las madres no siempre tienen suficiente leche materna para los lactantes. Es normal que nos preocupemos aunque tengamos la nevera llena de bolsas con leche. ¡Siempre debemos ser previsoras! No obstante, aquellas mujeres que están lidiando con la escasez durante la extracción y la alimentación pueden verse un tanto agobiadas.
¡Pero no os preocupéis! Si vuestro suministro se está quedando atrás con respecto a las demandas actuales del bebé, tenemos una serie de trucos para intentar aumentar el suministro de leche materna. Solo tenéis que seguir estos consejos.
Aplicar calor húmedo
Los beneficios que nos puede proporcionar el calor húmedo son varios: aumenta la circulación, abre los conductos galactóforos y estimula la bajada de la leche. Todos estos beneficios estimularán el flujo de leche. ¿Y de qué manera debemos poner en práctica esta técnica?
● Antes de amamantar, debemos aplicar una compresa caliente y húmeda por los senos.
● Usando las yemas de los dedos, masajeamos suavemente desde la parte superior del seno hacia abajo y sobre el pezón.
● Y, a continuación, presionamos firmemente sobre el pecho y masajeamos con movimientos circulares. Así, la leche se dirigirá hacia los pezones.
Alimentar con más frecuencia
Puede que esto lo hayas oído una y otra vez, pero es cierto: cuanto más das el pecho, más cantidad de leche le estás pidiendo a tu cuerpo. Cuanto menos amamantes, le dices a tu cuerpo que la leche no es necesaria. Lo normal es que se dé el pecho una media de 8 a 12 veces por día.
Cuando estás amamantando, aprovecha al máximo el momento. Disfruta del contacto piel con piel, porque así es como el bebé afianza una relación de amor y cariño con la madre. Las hormonas de nuestro cuerpo como la oxitocina están fuertemente ligadas con la lactancia. El contacto con el bebé hará que aumenten considerablemente, favoreciendo el flujo de leche.
Ajustar la rutina de alimentación
Hay dos maneras en las que podemos ajustar nuestra rutina para aumentar el suministro de leche: alternar los senos y extraer leche mientras se amamanta.
En la primera, debemos cambiar al bebé de un seno a otro. Cuando esté a punto de succionar cómodamente el primero, le cambiamos al otro seno. Por otro lado, debemos tener en cuenta la extracción. Lo haremos con un sacaleches. Este ayudará a drenar los dos senos, lo que estimula un rellenado mucho más uniforme y sencillo.
La “hora de potencia de la extracción”
Esta técnica es muy popular entre las madres. Es un proceso de amamantamiento rápido en el que extraemos el suministro necesario para el bebé en todo el día. Para ello, necesitaremos estar en un lugar con intimidad, puesto que requiere bastante tiempo. Debemos hacerlo solamente una vez al día, y procurad que sea siempre la misma todos los días. Es muy importante que, además, se lleve a cabo este proceso mediante un buen sacaleches que sea cómodo y suave.
La primera extraccióndebe durar 20 minutos aproximadamente. Luego, descansamos unos 10 minutos. Las siguientes dos tomas deben durar 10 minutos, con sus respectivos descansos. ¡Y ya estaría!
Consejos sobre nutrición
Ya sabemos unas cuántas técnicas a tener en cuenta para aumentar la producción de leche. No obstante, deberíamos preocuparnos por nuestra rutina alimentaria durante el proceso de lactancia, porque puede influir positiva o negativamente en la extracción.
Deberíamos considerar la toma de hierro en las comidas. Este mejora la circulación y la producción de leche. Los cereales como la avena son idóneos para combinar en cualquier comida, sobre todo en desayunos. ¡Los tés con alfalfa y un poco de paja de avena son milagrosos!
Pero, sobre todo, la hidratación es fundamental. Beber una media de dos litros de agua cada día impulsará la producción de leche. Al estar compuesta por un 88% de agua, debemos repostar tantas veces como nos sea posible.